Translate

martes, 4 de diciembre de 2007

Turbulencias II



En estos últimos días, por primera vez tuvimos un severo encuentro de opiniones con mi Diosa. Prácticamente nos encontrábamos en dos polos opuestos, hubo tensiones y lagrimas por la situación, no nos entendíamos.
En el medio de la crisis había publicado un post que al poco tiempo decidí sacar porque fue escrito en el medio de una tormenta que podía hacer naufragar a cualquier barco.
Y como era necesario que nos encontráramos decidimos cerrar las fronteras por un tiempo, y tratar que nada se filtre ni interrumpa nuestro acercamiento.
Ahora un poco mas alejado en el tiempo y con algunas conclusiones sacadas creo que se puede publicar algo de lo acontecido, tal vez es prematuro hacerlo o poco conveniente sacar a la luz cosas tan intimas que nos sacudieron internamente, pero lo que si creo es que a algunos que estén pensando en meterse en esta forma de vida les servirá como experiencia y aprendizaje de los problemas que pueden surgir, porque es mas que claro que esto nos es la panacea, es un estilo de vida y por lo tanto alterna las malas con las buenas ( siempre intentando que estas ultimas sean las mayoría)



Turbulencias II
En este segundo capitulo de esta seguidilla de posts tratare de redactor lo que sucedió los días posteriores a que haya accedido a la petición de mi Ama a que me comporte pura y exclusivamente como su esclavo.
Ya había contado que a la vuelta de su ultimo encuentro con el amante por el cual yo presento mis mas firmes reparos, había sacado fuerzas de no se donde y cumplí con mi rol servil a las mil maravillas, la atendí como si no sintiera ni un poquito de celos, temores y ni tenga ningún tipo de nostalgia por los privilegios perdidos. Mi Ama se mostraba muy feliz por su actitud y me dijo que estaba muy orgullosa de mí. Se mostró muy cariñosa, me abrazaba y me decía “muy bien esclavito se que te cuesta lo que te pido pero se que lo vas a superar por que es por el bien de tu Ama”.
Aunque me sentía muy feliz por sus palabras y por el estado de satisfacción que mostraba mi Reina con mi actitud ultra sumisa, por dentro las turbulencias internas eran pronunciadas.
Aclarare que por esas cosas extrañas del sumiso a pesar de mis “turbulencias” me mantenía muy excitado, cosa que por ahí confunde a mi dueña de que es lo que realmente siento.
Nos dormimos en aparente concordancia de nuestros objetivos, pero a la mañana siguiente ya sin estar en el sub. space de la sumisión donde soy mas que maleable a los deseos de mi Diosa, las diferencias de opinión saltaron con fuerza otra vez, yo volví con eso de que la relación con su jefe me estaba afectando y que queria la interrupción de tal situación.
Ante mi pedido mi Ama se mostraba muy enojada ante mi oposición a sus deseos, yo mismo me mostraba contrariado por que según mi opinión la única voz cantante realmente era la de ella, y por primera vez en años me oponía a lo que ella queria.
La charla fue muy “intensa” por así decirlo, no encontramos consenso y ya los dos estábamos sufriendo la situación. Así que decidimos tomarnos unos días y hacer un stop de todo y de todos a ver si nos poníamos de acuerdo, porque estaba más que claro que nuestra relación era lo más importante pero ahora estábamos en discordancia.
Fueron tres días donde solo estuvimos nosotros suspendiendo cualquier tipo de actividad, hablamos, hablamos y hablamos, y procurando que yo no este mí en el lugar de sumiso adorándola porque ahí, como dije antes, ella obtiene lo que quiere.
Y después de hablar…hablamos más todavía, tres días completos donde el tema era uno solo “saber si mi Ama sentía algo más por su amante”.
Ya a lo ultimo fuimos mas a fondo y descubrimos algo mas interesante que acaso sea el fondo de la cuestión. Resumiendo seria así: Con el pasar del tiempo el jefe de ella aprendió como hacerle pasar un muy buen rato, colmándola de atenciones, tratándola como una princesa y no poner reparos a la hora de satisfacer sus caprichos y eso fue in crescendo, lo que in crescendo también fue mi malestar, mi mala cara ante la sensación de que mi Reina queria estar cada vez mas tiempo con su amante y mi estado de animo se lo hacia sentir.
O sea la pasaba cada vez mejor con su amante y cada vez peor conmigo, y eso yo lo notaba reaccionando de forma instintiva tratando de acercarme muy pegajosamente a mi Reina, intentado en forma muy estupida, forzarla a que me quiera. Ante la cara de velorio que a veces presentaba yo como decía ella, mostraba cierto rechazo hacia mí, y yo como reacción potenciaba mi actitud pegajosa y poco digna. A su vez con el a pasaba cada vez mejor, y el ciclo se repetía y profundizaba una y otra vez.
Llegando a esta conclusión de que es lo que estaba pasando nos tranquilizamos mucho y se puede decir que nos redescubrimos. Yo sinceramente me sentí amado y acompañado por mi Reina, y accedí a compartirla porque ella aun quiera seguir manteniendo a su amante y yo decidí tratar de cortar ese círculo vicioso que me ponía medio paranoico y que la sofocaba.
Prácticamente accedí a que sea bígama, ya no infiel. Eso aflojo mucho las tensiones, que era casi nula por no decir completamente. Nos pasamos toda la tarde bromeando acerca de su nueva condición de bígama u poco en serio un poco en joda, rememorando un hecho curiosamente similar que sucedió en su familia. Yo esa decisión la tome en parte porque ya no estaba tan confundido con los sentimientos de mi Ama y en parte porque recupere la cordura y conociéndola se que lo que menos tenés que decirle es “hace esto, hace lo otro” porque hace todo lo contrario, así que como que deje de presionarla para que ella se encontrara.
Salimos de compras juntos (comprándose ella ropa obvio), sintiéndonos muy compañeros manteniéndonos cada uno en su lugar de Ama/esclavo.
Y con esa postura era hora de volver a nuestra vida normal, de vuelta al trabajo lo que significaría que se encontraría con su jefe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario