Estaba ilusionada porque este sábado tendría una placentera visita.
Bueno en invitado en cuestión me aviso de que no vendría a mi casa, por motivos de fuerza mayor.
Al principio me amargue un poco sabiendo que la fiesta que tenia en mente no podría darse.
Pero como estaba y estoy receptiva se me ocurrió provocar a mi jefe para que me lleve a un hotel de lujo y así poder pasar un fin de semana como me lo merezco. El obvio que acepto gustoso mi propuesta y como estaba muy calentito, ya que hace varios días que le niego mi cuerpo, decidí darle a mi amante un pequeño adelanto de como la vamos a pasar esta noche.
Fue rápido y placentero dejándome con las ganas de explotar esta noche a full.
Todo esto que les conté se lo comunique a mi esclavo vía e-mail para ir ganando tiempo y se vaya preparando psicológicamente. Ya tengo preparada una larga lista de actividades domesticas para que realice mientras me espera, y todo esto lo va a realizar con el cinturón de castidad puesto para que ni se pueda tocar y así asegurarme de que solamente yo tendré placer sexual. Si cumple perfectamente con todo lo que le ordene le daré el premio de poder limpiar de mi conchita todos los restos del placer que mi amante y yo hayamos tenido.
Se que es difícil de entender mi comportamiento, hasta mi esclavo se sorprende lo morbosa y perversamente egoísta que puedo llegar a ser. Se que el se la aguanta en parte porque me ve tan radiante y feliz que sentiría culpa de prohibirme (si pudiera) estas practicas.
Pero es que no se dan una idea del inmenso goce que siento, de solo pensar en lo que voy a ser esta noche me corre un muy placentero hormigueo en todo el cuerpo. Me siento una diosa, me siento muy mujer y me encanta mi vida.
Deséenme suerte.
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