Les cuento que el transcurso de esta semana estuvo caracterizado por una rutina que termino afectando mi ánimo. Estaba de mal humor y hasta un día para descargar mi bronca azoté hasta cansarme a mi esclavo personal, el no entendía nada, pero no protestó mi decisión, solo se quejaba del dolor que sentía. Igual mi mal humor continuó así que decidí que este sábado la pasaría a lo grande.
Sabia que me llegarían algunos ofrecimientos de mi pequeño harén de amantes, solo debía decidir cual propuesta me parecía más atractiva.